Vergüenza sentiría cualquier historiador honesta; vergüenza sentirán los valencianos, agredidos en sus símbolos más queridos; vergüenza sentimos los catalanes nobles viendo como el separatismo ensucia el nombre de nuestra tierra, adultera la cuatribarrada y la quiere imponer al Reino histórico de Valencia.
Jaume I concedió a Valencia la categoría de Reino y Cataluña nunca dejó de ser Condado/s. Y esto es para lo que les guste o no.
El invento de los «Países catalanes«, como catalanes de verdad, cada vez nos repugna por su ahistoricidad, su prepotencia, su indolencia para con el sentir de los valencianos y porque manifiesta que existen enfermos mentales que quieren enfermar a las sociedades.