Germana de Foix, segunda esposa de Fernando el Católico, dejó por escrito que una parte de Cataluña debía pasar a Aragón, desde los pirineos a Tortosa, para que así tuviera puerto. En 1706, durante la Guerra de Sucesión, esta donaciçon (que no había tenido efectos p´racticos, fue renovada por la esposa de Felipe V.