¿Se imaginan que en lo más duro de la crisis el Ayuntamiento de Barcelona se gastara 11 millones de euros en construir una gran iglesia?
Impensable, ¿verdad? Sin embargo el Ayuntamiento de Barcelona financió con 11,6 millones de euros públicos la construcción de un enorme edificio de oficinas que acoge la sede de UGT en la capital catalana y que el sindicato ocupa gratuitamente.Es un edificio de proporciones gigantescas que bien podría pasar por el Ministerio de Defensa de una gran potencia.
En estos tiempos de recortes conviene no olvidar que determinados colectivos han seguido recibiendo subvenciones faraónicas. Luego se entiende el apoyo de los sindicatos a determinados partidos.