Ferran Soldevila, en su Historia de Cataluña, suspira y gime: “Pero la más triste de todas las exclusiones que la política de los Reyes católicos Reyes católicos perpetró, la más funesta para Cataluña –y también para España- fue la imposibilidad de relacionarse y comerciar directamente con el Nuevo Mundo”. Esta descripción se ha convertido en un estereotipo de los agravios que reivindica el nacionalismo.
En su misma obra, páginas más adelante, Soldevila se alegra de Cataluña no participara en las gestas hispánicas. Así lo afirma: “Si Cataluña se hubiera dejado arrastrar a las empresas hispanas, habrían pesado sobre ella algunas de las causas que provocaron la decadencia hispánica; las continuas guerras, en que hubiera tomado parte, la habrían despoblado y es muy probable que dentro de las empresas hispánicas hubiera perdido –como Castilla perdió- sus libertades y sus fuentes de riqueza … el aislamiento de Cataluña, pudo…
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