Miguel de Unamuno, que había «contribuido más que cualquier español» al restablecimiento de la República, en la inauguración del curso académico universitario del año 1931 insistió en afirmar como una consigna política: «Lucharemos por la libertad de la cultura, porque haya ideologías diversas, ya que en ello reside la verdadera y democrática libertad. Lucharemos por la unidad de la cultura y por su universalidad…»{1}. Por eso parece natural que después, es decir, cuando apenas habían transcurrido seis meses de la proclamación de la República, escribiera a un amigo suyo: «Me pregunta usted que cómo va la República. La República, o res-pública, si he ser fiel a mi pensamiento, tengo que decirle que no va: se nos va. Esa es la verdad… En fin, esto dura poco» (ibid.,págs. 62-63). Pero esta «República de funcionarios, en que todos quieren vivir a costa del Estado», que dijo el propio…
Ver la entrada original 9.881 palabras más