Guardia Civil custodiando el Ayuntamiento de Bilbao

En el verano de 1934 el PNV lanzó un importante desafío contra el gobierno central republicano y anunció la convocatoria de unas elecciones ilegales en las provincias vascas para el 12 de agosto. El motivo era en teoría renovar las Diputaciones Forales que estaban dirigidas por gestoras desde 1929 y también protestar contra una ley agrícola supuestamente centralista, el Estatuto del Vino.

El Presidente del Gobierno era entonces el político valenciano Ricardo Samper del Partido Radical, que rápidamente declaró que esas elecciones eran ilegales y no podían hacerse. Samper intentó negociar con el PNV incorporar concejales a las Diputaciones pero el PNV mantuvo el desafío y anunció su voluntad de hacer esas elecciones costara lo que costara. El PNV publicó un manifiesto que empezaba diciendo: “Baskos, recordad lo que valen las ofertas solemnes de esta mezcla de razas, monstruo tirano España, opresor de…