Empezaré con una declaración: creo en la presunción de inocencia. Tanto, que se la extiendo a los jueces, aunque sean del Pueblo. El día en que Eloy Velasco decidió imputar, o sea, investigar, al presidente de La Razón; Mauricio Casals, y a su director, Francisco Marhuenda, traté vanamente de hacerme con el auto investigador. No pudo ser y ante la imposibilidad otorgué presunción de veracidad al juez en su decisión.
Craso error. El juez del pueblo imputó a los dos periodistas por coaccionar a Cristina Cifuentes y el periodismo del pueblo extendió que se habían inventado noticias contra CC. No era verdad y cuatro días más tarde la justicio popular desimputaba a Casals y Marhuenda con un auto surrealista como prueba el primero de sus Razonamientos Jurídicos, o así:
PRIMERO.-Aunque indiciariamente del tracto del informe de la Guardia Civil, instruido sobre el investigado Edmundo Rodríguez Sobrino, y de reuniones del Sr. Casals con…
Ver la entrada original 681 palabras más