La segunda vuelta de las elecciones presidenciales enfrenta a dos candidatos que representan la divisoria ideológica de la Nueva Guerra Fría, como bien tienen claro en Rusia. Por un lado, Emmanuelle Macron es un social-liberal («de centro») que trabajó para el gobierno del socialista Hollande y al banco de inversión Rothschild & Cie. Macron se presenta con una plataforma electoral personalista creada recientemente (En Marche!). En frente tiene a la nacional-populista Marine Le Pen, autora del giro ideológico del partido de ultraderecha que heredó de su padre. Su programa en materias económica y de política exterior le acercan más al partido de Jean-Luc Mélenchon, cuyas bases han optado por el voto en blanco o nulo en la segunda vuelta. Y es que dejando a un lado el tema de la inmigración y la cuestión identitaria, el nacional-populismo de Marine Le Pen comparte postulados en…
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