En general, solemos hacernos un lío cuando usamos los términos «fascista», «nazi» o «comunista» como mera arma arrojadiza. Sartori llamó a esa confusión ‘alargamiento conceptual’ pues a costa de calificar de fascista a todo aquel que no piense como nosotros, lo que estamos haciendo es vaciar de contenido el concepto.
Las diferencias entre comunismo y nazismo son bien conocidas y no merece la pena incidir de nuevo en ellas. Pero sus semejanzas son asombrosas y muy a menudo tienden a ser valoradas de muy distinta forma según sea la etiqueta ideológica que se esgrima en cada caso. Aunque no fueron «clones», las similitudes entre Hitler y Stalin y sus regímenes son incontestables.
Las características básicas de un sistema totalitario – si seguimos los postulados de Juan Linz, que a mi me siguen resultando muy convincentes- se encuentran perfectamente trazadas en ambos tiranos. Por ello es importante tener claro que…
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