Dichosos los tiempos en que nos quejábamos del relativismo. Porque bien puede decirse que su hora ya ha pasado. Henos aquí metidos de lleno en una nueva época de feroz absolutismo, en lo ideológico y en lo político. Bien lo comprobamos estos días, sin ir más lejos, con las celebraciones del “World Pride”, Orgullo Gay, o fiestas mundiales de la libertad/diversidad sexual, que ya no tienen suficiente con una sola jornada o solemnidad y se van convirtiendo en una novena.
Lo más llamativo de este año, en dichas fiestas, ha sido la presencia política, la unanimidad política. Ni una discrepancia ni un matiz diferenciador. En España al menos, todos los partidos han participado, se han sumado sin rechistar, han perdido el culo por aparecer junto a la gran bandera iridiscente. También ese partido, ese gran partido que dice representar a los españoles de ideario conservador y del humanismo cristiano. Todos…
Dichosos los tiempos en que nos quejábamos del relativismo. Porque bien puede decirse que su hora ya ha pasado. Henos aquí metidos de lleno en una nueva época de feroz absolutismo, en lo ideológico y en lo político. Bien lo comprobamos estos días, sin ir más lejos, con las celebraciones del “World Pride”, Orgullo Gay, o fiestas mundiales de la libertad/diversidad sexual, que ya no tienen suficiente con una sola jornada o solemnidad y se van convirtiendo en una novena.
Lo más llamativo de este año, en dichas fiestas, ha sido la presencia política, la unanimidad política. Ni una discrepancia ni un matiz diferenciador. En España al menos, todos los partidos han participado, se han sumado sin rechistar, han perdido el culo por aparecer junto a la gran bandera iridiscente. También ese partido, ese gran partido que dice representar a los españoles de ideario conservador y del humanismo cristiano. Todos…