La ciudad de Valls es patria de eximios artistas como los hermanos escultores Francisco y Luís Bonifaz y el pintor mosén Pons. En las iglesias y capillas del municipio había un conjunto de admirables monumentos barrocos, que hicieron de la ciudad el centro más importante del Arzobispado de Tarragona, por lo que se refiere a representaciones artísticas de los siglos XVII y XVIII. El desastre ocasionado por la persecución religiosa, desencadenada por los sicarios del Frente Popular, con la destrucción de templos y la quema de imágenes sagradas, tomó aquí proporciones extraordinarias, tanto por el número como con la cantidad de los retablos y escultoras destruidos. Sólo fragmentos de retablos, relieves, imágenes y lienzos pudieron escapar de la acción destructora de los revolucionarios anticlericales, apoyados, sin duda, por quienes gobernaban Cataluña en aquellos azarosos tiempos.
Esas autoridades “tan democráticas y liberales”, a las que hoy levantan “monumentos” y convierten en…
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