El otro día un hombre de 29 años, casado, originario de Argel y residente legal en España entró en una comisaría de policía de Cornellá de Llobregat (provincia de Barcelona) y al parecer, armado con un cuchillo, se abalanzó hacia algunos de los policías que estaban dentro. Por lo visto gritó el takbir. Los policías hicieron uso de sus armas y murió tiroteado. Teniendo en cuenta su condición de musulmán todas las primeras hipótesis giraron en torno a que se trataba de otro ataque yihadista más, llevado a cabo por alguien en solitario. Véase al respecto mi entrada de blog «La yihad atomizada» (agosto 2015).
Como esto es España, el asunto generó polémicas desde todos los ángulos. Alguno se quejó de a cualquier musulmán que grite «Allāhu akbar» se le identifique como terrorista, siendo una frase que se exclama en las más distintas ocasiones. Parece que se…
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